Cuando empecé a hacer trading tenía muchas ilusiones y expectativas. Me enamoré de esta profesión desde el primer momento en que vi un gráfico, sentí que era la actividad más rentable y emocionante del mundo; lo que me podía dar era todo cuanto quería: libertad financiera y tiempo. Renuncié a mi carrera universitaria (a 2 semestres de acabar) y me dediqué de lleno a esto. Me apasioné en el trading y dije “esto es lo mío y no dedicaré mis energías a otra cosa”.
Empecé, digamos, con el pie izquierdo. Tenía en mente todo lo que un novato no debería enfocarse: ganar, ganar, ganar, resultados, resultados, resultados.
Ya veía mi millón de dólares a la vuelta de la esquina y hasta tenía una tabla de interés compuesto lista para ser puesta en práctica una vez me pasara a cuenta real.
Empecé obviamente en demo, probando toda clase de estrategias y técnicas. Mi bitácora estaba llena de operaciones con estrategias mixtas y por consiguiente tenía resultados mixtos.
Una vez alcancé una efectividad haciendo eso por solo unos 4 meses, me pasé a real.
Recuerdo que era de las que decía que si tuve buenos resultados en demo así iba a ser en real.
En realidad sí puede ser así, solo que nuestra mente nos lo impide al principio!
Bueno, en real empecé haciendo lo mismo que en demo, pero cuando empecé a tener pérdidas descarté la estrategia y seguí probando otras. Como si fuera la estrategia la culpable!
Me devolvía a demo y volvía a real, esto pasó varias veces como quien no tiene rumbo.
Comencé a frustrarme enormemente antes de comprender que el trading va más allá de lo que yo podía ver.
Me estaba descarrilando, no estaba siendo lo suficientemente fiel a una estrategia en particular, estaba probando de todo, estaba enfocándome en el resultado y no en el proceso. Fue una etapa realmente dolorosa porque no me hallaba como trader.
Me encantaba hacer trading y el trading sin embargo, era mi verdugo. En ese tiempo tampoco comprendí la importancia de interiorizar y aceptar genuinamente la naturaleza del trading y cómo funciona el pensamiento en probabilidades.
A pesar de ser una persona disciplinada, estaba yendo por caminos diferentes cada vez, sin rumbo, sin enfoque. Bajé mi cuenta un 50%. Paré y reflexioné si esto del trading era realmente para mi. Casi renuncio.

La cruda realidad del trading –  El último esfuerzo.

Un día decidí hacer un último esfuerzo. Me senté, creé nuevamente un Trading plan, lo probé en demo.
Lo que estaba haciendo me gustaba, me identifiqué con la estrategia, la puse a prueba un tiempo solo para saber qué tan efectiva era.
Dejé a un lado la tabla del interés compuesto, dejé a un lado los resultados monetarios que esperaba obtener y me enfoqué en el proceso, en mi comportamiento, en mis creencias y actitudes, en mi disciplina para aplicar el trading plan sin salirme jamás de la estrategia y en manejar el riesgo como lo hacían los profesionales.
Establecí una pequeña pérdida y comencé a invertir poco, pues no me importaba ganar poco, estaba concentrada en lo que era: en mi.
A medida que retorné a real empecé a ser mucho más consciente de cómo pensaba, qué sentía, cómo actuaba y si eso iba en línea con los objetivos orientados al proceso que me había estipulado en el Trading plan.
Cuando cometía un error lo anotaba, estudiaba mis estadísticas cada 20 operaciones y volvía a establecer objetivos para mejorar. No miraba los números, miraba mi desempeño!
De hecho no entraba a mi cuenta a mirar el saldo y lo tenía oculto para no desviar mi atención de lo que era crucial para mi como trader. Fue así como los números empezaron a mejorar y en un momento ya había recuperado mi cuenta un 40%. Aún sigo haciendo lo mismo y sé que voy por el camino correcto.

Al principio me dolían las pérdidas porque 1) no aceptaba realmente la naturaleza del trading, 2) no confiaba en una estrategia al 100% y 3) estaba orientada al resultado y no al proceso.
Si no aceptas la naturaleza del trading, el trading será muy doloroso y frustrante.
Ahora sé que las pérdidas y los negativos son parte del negocio y son parte de una estadística que me dejará al final con una ventaja. El confiar en tu estrategia es clave para sentirte seguro (a) de que al final del bloque de operaciones vas a estar bien.
Y si te orientas al proceso y dejas de enfocarte en el resultado y en tu saldo de cuenta las cosas empezarán a mejorar mucho, porque estarás enfocándote en tu desempeño que a su vez empezará a mejorar tus resultados! No pasará jamás al revés.
El trading para mi es la mejor actividad a la que he podido dedicarme, pues me ha enseñado tanto de mi de lo que otra actividad podría enseñarme.
Dado que es una profesión que requiere que desarrolles ciertas habilidades y que tú mejores y te vuelvas más enfocado (a), disciplinado (a), resiliente, y perseverante, no muchos lo pueden lograr.
Ahora levanto mi cabeza con orgullo después de esta experiencia porque puedo decir que lo he logrado. He desarrollado las habilidades necesarias para vivir del trading finalmente.
Después de mucha prueba y error, tropiezos y frustraciones, me mantuve firme con mi sueño de ser una trader rentable.
Espero que tú también lo logres y tomes como ejemplo mi experiencia para perseverar y seguir adelante.
Ahora que haz llegado hasta aqui 🙂 quiero compartir contigo este super vídeo que ha gustado mucho entre mis seguidores y deseo que tu también lo disfrutes: «10 cosas errores que todo trader de opciones debe evitar»